Consularis (traducido al castellano como consular) es un adjetivo latino relacionado con el puesto de cónsul. En la Antigua Roma era un título otorgado a los senadores que tenían rango consular, es decir, que habían servido como cónsules o que habían recibido el rango como un honor especial.
En la Antigüedad tardía, el título se convirtió también en un rango otorgado a los gobernadores de las provincias romanas